SOBRE NOSOTROS

Instituto Teológico Bautista del Norte

Quiénes Somos

Desde la década de los sesentas las misiones, bautistas extranjeras, llegaron a hacer la obra misionera a Perú y en vista de la rápida apertura de obras misioneras y la escasa oferta de obreros nacionales se hizo necesario plantar centros de estudios para preparar y capacitar a obreros para la mies. Hoy en día, por el crecimiento de las iglesias en Chiclayo y la constante apertura de ministerios y obras, se hace necesario y urgente preparar siervos para “la obra del ministerio”. En consonancia lo anterior La Primera Iglesia Bautista de Chiclayo tiene como finalidad impulsar la formación bíblica integral y de calidad, que atienda las necesidades urgentes de cada área de la Iglesia del Señor. El Instituto Bíblico del Norte pretende ser un programa de estudios, organizado alrededor de la naturaleza y la misión de la iglesia y en donde el Señor ocupa el centro de la reflexión bíblica a través de un estudio sistemático y profundo de las Escrituras. En obediencia al mandato de nuestro Señor Jesucristo, declaramos que el pueblo de Dios es “sal y de la tierra y luz del mundo” y que le toca vivir en un mundo tan hostil como en los primeros días de la iglesia. Esto nos desafía para que la preparación académica no sólo sirva para ayudar a las diferentes áreas de la iglesia sino que también ayude a los hermanos a descubrir su llamado al ministerio bajo el señorío y soberanía de Cristo.

Quiénes Somos

Propósito Final

Que cada estudiante pueda manejar y defender con precisión las Escrituras.

Cultivar en el estudiante un carácter santo a la medida de nuestro Señor Jesucristo.

Declaración de Fe

Que los sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamentos son verbalmente inspirados por Dios, sin error en sus escritos originales, y que son la autoridad suprema y final de fe y vida. (2 Timoteo 3:16,17; 2 Pedro 1:19-21)

Creemos en un Dios, existiendo eternalmente en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, iguales en esencia, y a la vez distintos en personalidad y función. (Éxodo 20:2,3; Mateo 28:19; 1 Corintios 8:6)

Creemos en la creación directa del universo por parte de Dios, según el relato de Génesis, sin uso de materia preexistente, y aparte de todo proceso de cualquier evolución. (Génesis 1:1-31; Éxodo 20:11; Colosenses 1:16,17; Hebreos 11:3)

Que Jesucristo, el eterno Hijo de Dios, fue concebido del Espíritu Santo y nació de María, una virgen, y es verdadero Dios y verdadero hombre. (Juan 1:1,14; Lucas 1:35; Isaías 7:14; Gálatas 4:4). En la resurrección del cuerpo crucificado de nuestro Señor, en su ascensión al cielo, y en su presente vida allí como Sumo Sacerdote y Abogado. (Mateo 28:1-7; Hechos 1:8-11; 1 Corintios 15:4-9; Hebreos 4:14-16)

Creemos que el Espíritu Santo es el agente del nuevo nacimiento mediante convicción y regeneración, y que en el momento de la conversión él sella, viene a morar en y bautiza a cada creyente en el Cuerpo de Cristo. Creemos que el Espíritu Santo llena, concede poder y distribuye dones de servicio a los creyentes, pero que los dones de señales estuvieron restringidos al período apostólico. (Juan 3:5; Efesios 1:13; Romanos 8:9; 1 Corintios 12:13; Efesios 5:18; 4:11,12; Romanos 12:6-8; Hebreos 2:3,4; Efesios 2:20; 1 Corintios 13:8-13)

Que el hombre fue creado a imagen de Dios, que pecó y por ello incurrió no sólo en la muerte física sino también en la muerte espiritual que es separación de Dios, y que todos los seres humanos nacen con una naturaleza pecaminosa y son pecadores en pensamiento, palabra y obra. (Génesis 1:26,27; 3:1-6; Romanos 5:12,19; 3:10-13; Tito 1:15,16)

Que el Señor Jesucristo murió como sacrifico sustitutivo por todos los hombres. La expiación por sangre que él realizó fue ilimitada en su potencial. Es limitada sólo en su aplicación, salvando efectivamente a los que son traídos por el Espíritu Santo al arrepentimiento y a la fe. (Isaías 53:411; 2 Corintios 5:14-21; 1 Juan 2:1,2; 2 Pedro 2:1; 1Timoteo 4:10; Juan 3:5-8; 16:8-13) Creemos que todos los que reciben por fe al Señor Jesucristo nacen de nuevo del Espíritu Santo y por ello llegan a ser hijos de Dios. (Juan 1:12,13; 3:3-16; Hechos 16:31; Efesios 2:8,9) Creemos en la seguridad eterna del creyente, que es imposible que se pierda jamás el que ha nacido en la familia de Dios por cuanto es guardado para siempre por el poder de Dios. (Juan 6:39,49; 10:28,29; Romanos 8:35-39; Judas 1; 1 Pedro 1:5)

Creemos en “la esperanza bienaventurada”: el regreso personal, premilenario, pretribulacional e inminente de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, cuando la iglesia será “reunida con él”. (Tito 2:13; Juan 14:1-3; 1 Tesalonicenses 4:13-18; 1 Corintios 15:51-58; 2 Tesalonicenses 2:1-13) Creemos en el cumplimiento literal de las profecías y promesas de las Escrituras que predicen y aseguran la futura regeneración y restauración de Israel como una nación. (Génesis 13:14-17; Jeremías 16:14,15; 30:6-11; Romanos 11) Creemos en la resurrección corporal de los justos e injustos, la eterna bendición de los salvos, y el castigo eterno de los perdidos. (Mateo 25:31-46; Lucas 16:19-31; 1 Tesalonicenses 4:13-18; Apocalipsis 21:1-8)

La iglesia es el cuerpo de Cristo, compuesta por todos los creyentes nacidos de nuevo (Efesios 1:22-23; 1 Corintios 12:13). La iglesia local es la agencia escogida por Dios para Su obra, organizada con pastor y diácono, autónoma y congregacional (Mateo 28:18-20; 1 Timoteo 3). Está llamada a la adoración, enseñanza y cumplimiento de la Gran Comisión (Hechos 2:41-47). Debe ser libre de jerarquías externas y no asociarse con esfuerzos que comprometan la verdad (Romanos 16:17; 2 Corintios 6:14-17). Las ordenanzas son el bautismo por inmersión, como símbolo de la muerte y resurrección de Cristo (Colosenses 2:12), y la Cena del Señor, en memoria de su muerte hasta que Él venga (1 Corintios 11:23-28).